Hace unos días, la farmacéutica AstraZeneca decidió quitar la autorización de comercialización de su vacuna para el coronavirus. Los estudios reconocieron que, entre los efectos secundarios del inoculante que se registraron, está presente uno que puede resultar grave: la trombosis.

Una trombosis se da cuando la formación de un coágulo obstruye la circulación de sangre por las venas y arterias hacia los diferentes tejidos. Suele presentarse en las piernas, ocasionando dolor e hinchazó y a veces no presenta síntomas. Pero los coágulos pueden soltarse y llegar hasta otras partes del cuerpo, donde desencadenan afecciones severas y hasta letales.

Si un coágulo se atasca en una arteria pulmonar y bloquea el flujo de sangre hacia una parte del órgano, se da lo que se denomina embolia pulmonar. Los coágulos suelen radicarse en las piernas desde donde ascienden hacia el lado derecho del corazón y luego se depositan en los pulmones.

Muertes por trombosis por la vacuna AstraZeneca

Durante la pandemia, la rapidez con que se crearon algunas vacunas fue cuestionada por el poco tiempo de prueba que tuvieron los laboratorios. Sin embargo, en un contexto en que el coronavirus se dispersaba a una velocidad aun mayor, hubo consenso en la necesidad de detener los contagios. Estados Unidos fue uno de los pocos países que rechazó en principio el ingreso de la vacuna AstraZeneca.

La vacuna que el laboratorio retiró del mercado es la Vaxzevria, compuesta por un adenovirus modificado para contener el gen responsable de la formación de la proteína que permite al virus SARS-CoV-2 ingresar al cuerpo.

Fue una de las primeras vacunas en salir al mercado y, ahora, es la primera en retirarse a nivel mundial. Según informó la BBC News, la farmacéutica comunicó su decisión de detener la circulación del inoculante luego de que se detectaran "pocas muertes por trombosis a causa de la vacuna".